1. Reseña Capítulo




Héctor Abad Faciolince

Una empresa que creó a un reconocido escritor

Abad, F, Héctor.  El olvido que seremos: capítulo 1. Planeta: Bogota. Edicioón 23.  12 páginas. 2006

El libro "El olvido que seremos", escrito por Hector Abad Faciolince, es un escritor y periodista colombiano, el cual se desempeñó como columnista en la revista semana hasta el año 2008, además de esto, también trabajo con el periódico El espectador, ejerciendo el mismo trabajo que en la otra revista, y en adición asesor digital. Es reconocido a nivel internacional, recibiendo muchos premios y becas, como por ejemplo, el Simón Bolívar de Periodismo de Opinión y también el premio a la mejor obra latinoamericana por el libro "El olvido que seremos".

 Libro: "El olvido que seremos"
En el capítulo 11, Faciolince nos cuenta sobre el momento en el que su madre, Cecilia Faciolince de Abad, construye por su propia cuenta una empresa. A pesar del machismo de su esposo, Héctor Abad Gómez, este no quería que su esposa obtuviera sus propios ingresos, ya que su educación, de una época muy antigua, tenía prejuicios con el trabajo de las mujeres. Se creía que las mujeres, solo debían de mantener en la casa haciendo los deberes y cuidando a sus hijos, mientras que su esposo trabajaba y este podía ser el único que respondiera por la familia. La señora Cecilia, quería demostrarse a sí misma y a su esposo que ella, y todas las mujeres eran capaces al igual que cualquier hombre, sostener un trabajo y además una familia.

Nombra a la hermanita Josefina, la cual ayudó mucho a su madre a la hora de cuidar a sus hijas y a su único hijo varón, Héctor. De vez en cuando, Cecilia llevaba a su hijo a la oficina para que la acompañara y además aprendiera un poco sobre lo que ella hacia; a pesar de las condiciones en las que la señora trabajaba, pudo sacar el negocio adelante y convertirlo en la empresa que más administraba edificios en Medellín. Poco a poco el negocio fue creciendo y por lo tanto su madre tuvo que contratar a mujeres para que le ayudaran a realizar su trabajo; la primera que entró al negocio como ayudante fue Socorro y luego llegó una maquina llamada sumadora, supongo que es conocida ahora como; calculadora, la cual les facilitaría muchísimo trabajo a la hora de hacer cuentas para los edificios. Cecilia quería nombrar a su empresa "Faciolince e hijas" por su vena feminista, pero su esposo le exigió que no lo dejara por fuera de aquella denominación y por lo tanto la nombró, "Abad Faciolince Limitada" y por ello también quedó incluido su hijo varón, Héctor.

Héctor Abad  Faciolince nos cuenta que su vida como escritor empieza en esta empresa de su madre, pues en la época de las vacaciones su mamá lo contrataba para que corrigiera y redactara cartas de negocios, circulares de consejos y protestas, etc. Él nos dice que es por eso que tiene tan buena redacción y por supuesto buen uso de los signos de puntuación, además de todo, recuerda que otros amigos suyos como por ejemplo Esteban Carlos Mejía, Maryluz Vallejo, Diana Yepes y Carlos  Framb, fueron también redactores de las cartas de la empresa de Cecilia, y que igualmente, por haber entrado en el mundo de la escritura a tan temprana edad, esa experiencia les sirvió de guía para después  escribir reconocidos libros, al igual que Faciolince.


Cecilia Faciolince e hijos

Para concluir, mi opinión sobre este capítulo es que me parece muy interesante la forma en que nos cuenta este momento en el que su madre crea su propia empresa, ya que no solo se fija en cómo ella hizo para poder salir adelante a pesar de las condiciones de trabajo y criticas que recibía por parte de su esposo, sino que además nos cuenta detalladamente lo que él hacia cuando era pequeño, como que estaba enamorado de las morenas de los ascensores. También, nos relata la historia que su madre tenía con su antiguo jefe, el gerente de Avianca, y cómo hubiera podido cambiar la historia de su existencia si su madre se hubiera casado con este hombre y no con su actual padre.




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